Como ya sabes, la mielofibrosis es una patología hematológica, es decir, que afecta a la sangre. Su característica principal es una proliferación excesiva del tejido fibroso en la médula ósea que afecta al proceso normal de producción de células sanguíneas.
La incidencia de la mielofibrosis en España es de 5-7 casos por cada millón de habitantes y año. Predomina en personas de edad avanzada, con una media de diagnóstico de 65 años1. Se detecta con más frecuencia en hombres y en algunos casos muy minoritarios, en la infancia.
Teniendo en cuenta el reducido número de casos diagnosticados al año y según la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), se considera que la mielofibrosis es una enfermedad rara porque afecta a menos de uno de cada 2.000 ciudadanos2.
